Pues que os voy a contar del planazo de receta de hoy. Es la preferida del más peque de mi casa y es que parece el #monstruodelasgalletas devorándolas.
Cada vez que las horneo, caen incluso antes de estar totalmente frías.
Son super fáciles de preparar y si os sobran, se conservan muy bien, estando frías, en un bote o tarro de cristal bien cerrado.
Vamos con la receta.
Ingredientes:
250gr. de mantequilla con sal a temperatura ambiente
200gr. de panela o azúcar mascabado
50gr. de azúcar blanca
1 Huevo XL
500gr. de harina de repostería
1 Cucharadita de bicarbonato
300gr. de chips o gotitas de #chocolate o trocitos de chocolate fondant al 50% o 70% mínimo de cacao
1 Cucharada sopera de pasta de vainilla bourbon
Elaboración: Lo primero que haremos será tamizar la harina y el bicarbonato para que no nos queden grumos. Reservamos.
Se pueden preparar, para facilitarnos más el trabajo y la vida en algún robot de cocina.
Yo utilicé la Kitchen Aid. Utilizamos como accesorio la pala para batir todo.
Para ello pondremos en el vaso la mantequilla, vainilla y el azúcar hasta obtener una masa bien cremosa. Debe quedar como la de la imagen que tenéis aquí al lado.
A velocidad 2 o 3 va estupendo.
Seguidamente pondremos el huevo ligeramente batido y continuaremos amasando a velocidad 2. Una vez veamos que está incorporado a la crema, añadimos la harina con la cucharadita de bicarbonato que teníamos tamizada y reservada. Este paso lo haremos en tres veces.
Seguimos amasando a la misma velocidad durante unos 30 segundos aproximadamente.
Una vez veamos que están en la masa todos los ingredientes bien integrados, incorporaremos por último los trozos o chips de chocolate.
Removemos en la misma velocidad hasta que veamos que se esparcen bien por toda la masa, paramos y terminamos de mover con una lengua de silicona.
Dejaremos reposar la masa en la nevera mínimo un par de horas, aunque lo suyo sería de un día para otro. Estas masas cuanto más tiempo estén en frio más ricas salen las galletas.
Una muestra de cómo debe quedar la masa antes de dejarla reposar en la nevera, la tenéis en la imagen de más arriba.
Una vez haya reposado el tiempo suficiente, tendremos el horno precalentado a 180ºC.
Tomaremos porciones de masa, más o menos del tamaño de una pelota de golf y las aplastaremos con la palma de la mano hasta dejarlas de 1 cm de grosor más o menos.
Colocaremos las galletas en la bandeja de horno con un papel vegetal debajo, dejando un poco de separación entre ellas para que no se nos agolpen al hornearse. Meteremos en el horno durante unos 15/17 minutos con calor por arriba y abajo.
Cuando veamos que están doraditas , las sacamos y dejamos templar un poco en la misma bandeja, para más tarde pasarlas a una rejilla y dejar que se enfríen totalmente.
Hornearemos por tandas hasta terminar toda la masa y ya sólo tendremos que sentarnos y disfrutarlas con un vaso de leche.
La merienda perfecta para pequeños y mayores.
Espero que os guste y me contéis que tal os quedaron.
Bon Appétit!!